lunes, 1 de julio de 2013

NOMOFOBIA


CELULARES, ¿DEPENDENCIA DE JÓVENES?


Actualmente, el teléfono celular es una herramienta indispensable, ya que le damos diferentes usos desde despertador hasta una herramienta de trabajo y estudio. Este pequeño aparato se ha convertido en un instrumento tan importante que nos hemos vuelto adjuntos de ellos. Sobre todo, para los jóvenes que es su compañero infaltable en su vida diaria.

En la última década, la evolución de la tecnología ha dado un salto impensado. El boom tecnológico de nueva generación se traduce en términos de telefonía celular e Internet, las cuales, más que ser realidades separadas se perfeccionan. Ambas surgen paralelamente como resultado de una intensa búsqueda por mejorar la comunicación interpersonal, iniciada a principios de los años 70, y pensada únicamente para el beneficio de grandes sectores gubernamentales y de empresas privadas.

No obstante, el desarrollo de estos dos tipos de tecnología llega a un punto en el cual convergen, y es cuando la red de comunicaciones a nivel mundial se abre y sobrepasa las expectativas de sus creadores; estas tecnologías se combinan en una sola; los celulares ya no se limitan a la función de comunicar a dos personas entre sí, sino que ahora han evolucionado hasta incluir modalidades como el acceso a la Internet en casi todos sus aspectos (transmisión de datos, mp3, tele conferencia, transmisión de archivos fotográficosy vídeos, etc.).

El profesor de la cátedra sociología de la UBV Dámaso Gutiérrez  reflexiona y dice “la clave no está en la tecnología misma, sino en cómo una persona puede hacerla útil; si bien podemos considerar al celular como una herramienta, tenemos que tener presente que hay pros y contras relacionados con su uso, y que esto depende de nosotros”.

Gutiérrez, añade “Todo instrumento valioso, puede perder su razón de ser si se le da un mal uso. El uso del celular implica estar en una especie de clandestinidad porque aun cuando se responda desde cualquier sitio, no se sabe si es verdadera o no la respuesta”.

En nuestros días el celular se ha transformado en un objeto personal, y más aún, un accesorio de moda. El teléfono es además de un instrumento de comunicación, un objeto de entretenimiento; todo ello en el marco de los últimos adelantos tecnológicos.

Así mismo lo expresa Roxi Robles, estudiante universitaria y usuaria de un celular inteligente: “te respondería que no, pero indiscutiblemente si somos dependientes; el uso del celular es indispensable porque por él se puede acceder a diversos portales e interactuar eficazmente. Esto permite no solo la emisión de información sino la recepción”.

Robles, agrega “se pueden realizar pagos, con los enlaces de los bancos y hacer cualquier tipo de transacción. Esto es posible con los teléfonos inteligentes, esto hace que su uso sea una dependencia, visto que es una herramienta indispensable hoy en día”. 

El uso excesivo del celular, hecho que han aumentado de una forma notable en estos últimos cinco años, debido a que este aparato se ha convertido en una demanda creciente en el mundo entero, gracias a su accesibilidad de costo, fácil manejo y otras atribuciones; llegando a ser un medio más de comunicación masiva.

Las consecuencias evidencian que el avance tecnológico y el uso de los aparatos como producto de éste proceso genera cambios en los comportamientos y la cultura de los jóvenes.


Surge una nueva fórmula de comunicación (claramente más pobre y menos profunda), sin valorarse la relación personal duradera, la reflexión y la transmisión de emociones y sentimientos, empobrecimiento del lenguaje se genera un consumismo innecesario y poco edificante para un joven de esta edad, llegan a contenidos inadecuados para su edad: pornografía, violencia, sexismo, racismo, xenofobia, drogas, entre otros. 

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